CB Clavijo- Huelva La Luz (80-71). Prueba de confianza

Nadie podrá negar que la cosa se ha puesto, al fin, muy interesante. Y nada mejor, cuando tal interés viene acompañado de ese aliciente llamado confianza que el CB Clavijo al fin transmitió anoche en El Palacio. Arrancaba el tourmalet de esta fase de ascenso (Huelva, Alcázar, Tíjola), y la primera ascensión, contra los onubenses, se saldó muy positivamente. Victoria por 80-71 y, al fin, un partido completo, con la tensión propia de pura fase de ascenso. Y lo más positivo es que en esta fase final donde el 90% de los partidos prometen esta igualdad, el Clavijo al fin ha demostrado que es fiable en los cara a cara con los mejores, que tiene su mismo nivel.

El Huelva que se presentó ayer en Logroño no es en absoluto un mal equipo, aunque sí haya entrado en una dinámica nefasta en los últimos tiempos. Buenos tiradores exteriores e interiores potentes y rocosos eran sus argumentos, un equipo equilibrado. Además la noche se presentaba con los del pito en plan gracioso, sacándole una técnica a Sidao nada más empezar.

A ese desconcierto inicial que siempre genera la inutilidad manifiesta, se sumó un Huelva que las enchufaba de fuera a base de bien, y que por dentro se presentaba infranqueable, con los 'gemelos' Chris Williams y Shay Miller. Se irían al descanso con 7 triples en la buchaca, una cifra brutal y que habría hecho añicos a muchos. No al Clavijo, afortunadamente.

Fue clave, y parece curioso decirlo, la aparición de André Howard en pista. En ataque, el ex Clavijo jugó probablemente su mejor partido en El Palacio (lástima que con otra camiseta), pero en defensa se mostró tan indolente como recordábamos. Así que quedó la autopista abierta para Edward Santana, que lleva unos partidos en estado de gracia y ayer se comió con patatas al señor Howard. Ese sensible detalle imprimió además una fluided en ataque que el Clavijo había pasado el primer cuarto buscando desesperadamente, y que estaba pidiendo a gritos. Howard fue la clave, además de una nueva irrupción decisiva de Ibón Carreto para desperezar al equipo.

Tras unos malos últimos minutos de segundo cuarto, al descanso todo seguía igual (39-41). Pero a la vuelta de los vestuarios, el panorama cambió radicalmente. Ahí influyó la vuelta de Sidao, a quien los arbitruchos condenaron al banquillo toda la primera parte con sus decisiones. Con nuestro gigantón en pista y enchufado, el panorama cambia radicalmente. No es sólo anotar y rebotear, sino que de repente los rivales ya no atacan con tanta claridad ni defienden tan cómodos. Es muy importante destacar esto, más allá de anotaciones, la influencia cada vez mayor que Sidao tiene en el juego. Si pudiera jugar 30 minutos por noche, el Clavijo sería imparable.

Entre él, Santana y Ott enfilaron a un Huelva que no dio respuesta en un tercer cuarto demoledor (parcial 23-6). Indudablemente todo vino de apretar en defensa: los Santanas cerraron la zona a cal y canto, y Freddy, que lo hizo muy bien en ataque, fue más decisivo que nunca en defensa, anulando al fin a Nelson.

Con quince arriba en el último cuarto y el equipo fresco y rotado, Sala se la jugó en cambio con un quinteto débil (Mediano, Holmes, Carreto, Herrero, Chufi). En dos minutos el Huelva recortó ocho puntos y estaba de nuevo en el partido, con mucho aún por delante. Tocaba bregar y volvieron los habituales. Fue además decisivo el hecho de que Sidao hiciera su cuarta falta, con cinco minutos aún por delante, y no fuera al banquillo. Sala iba a meter a Chufi, pero rectificó a tiempo y Sidao fue decisivo. Por el camino, Huelva perdió a Miller por lesión, y a Nelson por desaparición, y ya sólo sostenido por el killer Matemalas y, curiosamente, por André Howard. El primero no puede solo, y el segundo no está para decidir partidos, demasiada responsabilidad. Sí apareció Holmes, desparecido hasta el momento, y se marcó el par de triples que cerraban el partido. El tourmalet sigue y este mismo domingo toca viaje a Alcázar, probablemente la visita más complicada que queda por delante, aunque con la confianza de que se puede sacar algo importante de ahí.

(fotos: larioja.com)