Lobe Huesca-CB Clavijo (80-76). Se acabó/ Gracias por el orgullo.

Por motivos laborales, no he podido subir la crónica del partido de anoche. Lo hago ahora, en plan chapucero, y a la espera de ponerla bonita, con foticos y todo, jeje. Sabor muy agridulce se nos queda, al menos a mí.

Se acabó el sueño. Lobe Huesca sometió al Caja Rioja en el quinto y definitivo partido de una serie espectacular que no ha merecido tener un perdedor. Pero la realidad no deja lugar al romanticismo, sólo pasa uno: Huesca estará en la final del 'play off' tras un nuevo capítulo de igualdad e intensidad al límite entre dos equipazos. Anoche celebró su gran fiesta ante un pabellón a reventar, el Caja Rioja sólo pudo dar las gracias a sus 70 seguidores que no pararon de apoyarlo.

Sin duda, fue una noche donde primó la pasión sobre el baloncesto. Unas 2.500 almas convirtieron el pabellón en una auténtica caldera, con bocinas y pancartas. Ese ambiente catapultó de inicio a un Huesca (9-1, minuto 3) que intimidaba: dos triples de Aranda y Andrews sobrevolando los aires. Medio cuarto le costó al Caja Rioja 'aclimatarse' al ambiente hostil, y a Sidao (11 rebotes al descanso, seis ofensivos) comenzar a dominar la zona. Los escorzos de Holmes y los secundarios Herrero y Carreto daban la vuelta con un parcial de 0-9 (13-15, minuto 9).

El Caja Rioja apuró la estrategia de desgaste que tan buen resultado le dio el miércoles. Su segunda línea contenía a un Huesca que no vivía fresco. Apareció la esperada responsabilidad del partido decisivo: tras una máxima riojana de 14-19, los de Sala se quedarían secos durante cinco minutos, pero poco lo aprovechaba Huesca, que apenas gozó de exiguas rentas antes del descanso (30-31).

Sorpresa reconducida

La gran sorpresa, sin precedente recordado, era el arbitraje favorable al Caja Rioja. Nada excesivo, pero sí notorio. Pero dejen de frotarse los ojos: la inefable pareja arbitral recibiría la 'llamadita' al descanso y supo reconducir la situación a la vergonzosa tónica que el Caja Rioja ha vivido todo el año(s): en la segunda mitad, 11-17 en personales, una antideportiva a Santana, ¡ocho! canastas oscenses más adicional.

No se puede justificar por ahí la derrota, pero sí dejarlo claro: la FEB (¿quién si no?) dio el último empujón. Aún no le hizo falta a Huesca en su rabiosa salida de vestuarios: Aranda y Zengotitabengoa ponían un 11-3 de inicio (41-34, minuto 23), y aunque hubo una tímida reacción riojana (45-42), el alero vasco insistió con seis puntos consecutivos (50-42, minuto 28). Su equipo incrementaba el nivel defensivo hasta el extremo, pero aparecía de nuevo un magnífico Arévalo, en la segunda noche sin Ott.

Un triple de Mediano y un palmeo de Chufi 'in extremis' disipaban las primeras alarmas (53-49, minuto 30), pero activaban las segundas los mejores Johnson y Andrews de toda la serie, que ayudados de varios 2+1 y la cómica antideportiva a Santana endosaban un 11-2 (64-56, minuto 33). Holmes y Santana, tras robo, volvían a meter a los riojanos en el partido (66-62, minuto 36).

A tres minutos del final, la tensión se disparaba hasta el infinito. El Clavijo se quedaba sin Santana, por personales, Johnson estaba inseguro desde el 4,60. Aranda metía un canastón (70-64), la caldera hervía. Holmes devolvía un triple espectacular (74-70), con sólo segundos por delante. Suárez ponía el 78-76, se la quitaba a Johnson en el saque y empataba..., pero emergieron Mortadelo y Filemón para recaudar su merecida cuota de aplausos: no vale. ¿Por qué razón? Nadie lo sabe. Lo último fue una sucesión de tiros libres. Ahí, los oscenses Óscar Herrero y Pérez no dejaron lugar a la esperanza. Gracias a ambos por una serie impresionante y gracias al Caja Rioja por su orgullo, por su baloncesto y por hacer soñar a su gente. Ha sido todo por este año, de nuevo a las tristes puertas.