Clavijo-Lobe Huesca (71-87). Nada que objetar.

Por mi parte, al menos, nada que objetar. El último equipo que vi pasar por el Palacio con el nivel de este Lobe Huesca fue aquel CB Cáceres de hace dos años, de los Harper Williams, Kelvin Peña, Gruber, Panadero, etc; que nos barrió en liga regular y en play offs. La radical diferencia es que aquella plantilla estaba varios peldaños por encima, gracias a ese conjunto que formaba de nombres propios de superior categoría y generosos sueldos. Este Huesca en cambio, con un equipo 'normal', está varios peldaños por encima por una simple cuestión de juego, de bloque. Muy meritorio.

Insisto en que hacía mucho que no veía al Clavijo tan desarbolado como ayer. Aunque ahora queda pendiente la cuestión: el Huesca jugó tan bien por sí mismo, porque va como una moto, o porque los nuestros les dieron también demasiadas facilidades en una noche nefasta. Seguro que hay de las dos, pero yo me quiero quedar con la segunda, quizá por una mera cuestión de esperanza. Y porque no es lógico que un bloque como ese Huesca sea tan superior al resto sólo por sus propios méritos.
Para argumentar esta esperanza, me escudo en varios detalles que creo relevantes: las innumerables canastas que metieron bajo el aro, sin prácticamente oposición es una. Otra son hechos como que un jugador como Juan Herrero sea quien lleve el peso anotador durante buena parte del partido, o que otro como Borja Arévalo sea el encargado de cambiar la dinámica del partido. Demasiado raro, demasiado al revés como para que sólo fuera por méritos del Huesca, y no por deméritos de los nuestros.

Así que me quedo con eso: Huesca juegó un gran partido y el Clavijo tuvo una noche horrible, de las peores que se le recuerdan. No hay tanta diferencia real entre ambos equipos. Eso sí, los oscenses son sólo ocho jugadores, pero vaya ocho. Me encantó la fluided con la que jugaban, con la que encontraban huecos y, sobre todo, la velocidad de crucero que imprimían a su juego. Eso nos mató desde el principio. Pronto arrancaron una ventaja de +10 (2-12 nada más empezar) y se llegaron a ir hasta los +15 (20-35) en el segundo cuarto, casi sin querer. Milagroso fue llegar al descanso sólo 8 abajo (40-48) con la que estaba cayendo. Y lamentables fueron los minutos a partir del esperanzador 44-48 en los que nos clavaron un parcial de 4-19 (48-67). De lo peor que he visto a este Clavijo.
Para reflexionar muy profundamente es el detalle de que los mejores minutos del Clavijo llegaran con los Arévalo, Carreto, Herrero y Chufi en cancha. Y yo creo que únicamente fue por una cuestión de actitud, la que les faltó a los ayer indolentes Santana y Sidao, por ejemplo. Porque ya sabíamos que Stevie Johnson era muy bueno, pero seguramente que nunca le habíamos visto jugar con tantas facilidades alrededor. También sabíamos que Andrews era una mula, pero hasta los aficionados del Huesca desplazados se tuvieron que sorprender con su hasta la fecha desconocida capacidad anotadora y dominante, cual O'Neal. La realidad es que no la tiene, pero le sobró con los músculos.

Ah, y esos aficionados del Huesca que, por cierto, eran cuatro, pero a nadie más que a ellos se le oyó en el Palacio. Una vez más y, de paso, lo que faltaba para una noche de esas que todo sale cruz. Pero lo dicho, que esperanza hay, porque de momento sólo hablamos de dos partidos del Clavijo muy buenos y otros dos desastrosos. ¿Seguimos con la irregularidad del año pasado?

ESTADÍSTICAS (completa, aquí)

Caja Rioja (20+20+8+23): Arévalo (8), Suárez (8), Holmes (14), Santana (8), Sidao (4) -cinco inicial- Ott (7), Mediano (2), Carreto (0), Chufi (8), Molina (2), Herrero (10).

Lobe Huesca (32+16+19+20): Sten (11), Aranda (9), Diane (14), Johnson (18), Andrews (14) -cinco inicial- Herrero (5), Zengotitabengoa (7), Salsón (9), Izquierdo (0)

Mi crack: imposible hablar de esto en una noche así. Se salvaron por actitud y arrojo Suárez (una vez más), Arévalo (cada día más buenos detalles y más confianza), Chufi en algunos momentos y el reaparecido Mediano, pese sus limitaciones. Holmes sostuvo al equipo en la primera parte

Mi sorpresa: Juan Herrero seguramente apareció cuando ya no se esperaba ni a él ni a nadie en realidad del Clavijo. El único capaz de mantener la dignidad en el infausto tercer cuarto, mientras los Santana, Ott y Sidao se hundían sin remedio.

Mi bluff: los Santana, tan dominadores algunas noches, ayer estuvieron desaparecidos e indolentes, por no decir nada peor. La pareja de interiores titular sumó 12 puntos y 6 míseros rebotes, ¡entre los dos!. Eso sí, estuvieron muy lúcidos en lo de balones perdidos: 11 entre ambos, nada menos. Especialmente de Edward esperaba un interesante duelo contra Johnson, pero es que sencillamente, ni compareció. Ya estábamos avisados de que este jugador es capaz de lo mejor y de... esto otro también.

(foto: El Correo)