Clavijo-Grupo Iruña (93-71). ¡La primera!

Buenas sensaciones extraidas del debut de liga en el Palacio y supongo (espero) que radicalmente distintas a las vividas hace siete días en Vizcaya. Igual que el año pasado, el Clavijo pasó por encima del Grupo Iruña Navarra, 93-71 en el marcador final para una primera victoria en liga que parece se fue fraguando por pura inercia.

El choque, ya de entrada y al menos para mí, empezaba con una cierta esperanza y con una incertidumbre. La esperanza era comprobar si el efecto fútbol este año (que va tanta gente) nos ayudaba a llenar la cancha con aficionados recién salidos de Las Gaunas y con ganas de más deporte. La incertidumbre, ya comentada y recomentada, aparecía en el nombre de Arévalo como parte del 5 inicial de los nuestros.
Así que la esperanza se tornó en decepción rápido: misma pobre entrada de años anteriores, y encima cubierta en buena parte por aficionados navarros. A la gente le sigue tirando más el césped y la pelotita, aunque sea para ver un equipo arrastrándose en aburridas tardes. La tradición manda. Lo bueno es que la incertidumbre pasó a convertirse en esperanza en el arranque del partido. Tenía razón la gente que lo comentaba: Arévalo ha subido un peldaño este año, y es de agradecer. Empezó con ganas, dirigiendo con seguridad (que tanto se echaba en falta) e incluso atreviéndose con entradas a canasta.
Y ya, una tercera esperanza son las caras nuevas: por primera vez en muchas temporadas, de incio no hay ni uno que no aporte, ningún bluff, todos han igualado o mejorado lo anterior. Grandes sensaciones dejaron: Ott es el único jugador de LEB Plata capaz de conseguir que no se note la baja de David Navarro; Santana, supera y con mucho (de momento) la influencia en el juego de Howard; Chavis Holmes, la gran sorpresa, tiene pinta de mejorar sobradamente lo que hizo Deforrest en todos los apartados; y Suárez es un extra de intensidad y penetración a canasta que no teníamos. Y por supuesto, el Arévalo visto ayer también mejora sustancialmente al Sergio Soria del año pasado.

El partido, lo digo una vez más, parece que se ganó por mera inercia. Empezó igualado, con intercambio de canastas en el primer cuarto (16-15), y se fue rompiendo poquito a poco, casi sin que nos diéramos cuenta. De repente, al inicio del tercer cuarto estábamos diez arriba (45-35) y pocos minutos después alcanzamos la veintena de diferencia (66-46). La gran diferencia que he notado este año (también la noté contra el CAI Zaragoza) es que a este equipo le cuesta menos anotar respecto a sus claro problemas del año pasado, y cuenta con un buen puñado de alternativas (Ott, Holmes, Suárez, Sidao, Santana...); si bien aún le falta ajustar más la defensa, que sigue y seguirá siendo la gran clave de su juego.
Supongo que a estas buenas sensaciones ayudó el propio Grupo Iruña. Me gustó mucho menos este equipo que el año pasado. Sigue practicando un atractivo y rápido juego colectivo, y una buena defensa, pero ha perdido sus referentes anotadores, esos a los que hay que vigilar. Aguantó en el partido lo que sus rachas de triples y el trabajo activo de su mejor jugador, Txomín López. También hay que decir que en esta ocasión, dentro de la mediocridad habitual, los árbitros barrieron más para casa (el tanteo de faltas llegó a estar 12-26) y cargaron rápidamente de personales a jugadores clave como Bas, Sanz, Ávila o el propio López, en un partido que no tenía por qué, ya que fue bastante limpio. Sumado eso a la presencia de dos extrenajeros irrelevantes y que los dos Santana locales dominaron el rebote, les dejó sin capacidad alguna de reacción.

Por todo esto me quedan buenas sensaciones, aunque ahora queda ver si será algo habitual o fruto de una irregularidad que nadie esperamos. Al (por el momento) acierto en los fichajes se le suma sobre todo un Sidao que parece haber incrementado un punto más su incidencia en el juego (que ya de por sí, es mucha) y además, da la impresión de que los árbitros le dejan más tranquilo por centrar sus miras en Santana. Personalmente, me imagino a este equipo añadiéndole los 25 minutos de calidad de David Mediano (un alegrón verle en la rueda de calentamiento) y lo veo claramente a la altura de los mejores sin problemas. Siempre y cuando, eso sí, tenga una regularidad, el gran lastre del pasado año; y apriete en defensa que, con caras nuevas o no, debe seguir siendo el fundamento de su juego.

LA ESTADÍSTICA (completa, aquí):

Caja Rioja (22+16+29+26): Holmes (20), Ott (17), Santana (10), Arévalo (5), Sidao (11) -quinteto inicial- Rodríguez (7), Molina, Herrero (5) y Suárez (18).

Grupo Iruña Navarra (19+12+19+21): Adams (6), Bas (6), Baquer (7), Sanz (6), López (17) -quinteto inicial- Miner, González (14), Narros (7) y Avila (8).

Mi crack: Chavis Holmes dio todo un recital en su presentación ante el Palacio. 20 puntos, 5 rebotes y 26 de valoración en 28 minutos, y sobre todo, un gran despliegue defensivo y recursos ofensivos para dar y tomar. No le fue a la zaga Sidao (11 puntos, 10 rebotes en 23 minutos).
Mi sorpresa: Arévalo apareció como un jugador nuevo por el Palacio, aunque me tengo que quedar con Quique Suárez. 18 puntos, 3 rebotes y 20 de valoración para un tipo que se supone venía de complemento y que está siendo capaz de romper la dinámica de los partidos. Un perfil de jugador que no conocíamos por aquí.
Mi bluff: el malo de la comparación acabó siendo Pitu Molina, que pasó por el partido con más imprecisiones que aciertos. Chufi sigue perdiendo peso específico en el equipo, partido tras partido.

(foto: rioja2.com y larioja.com)