sábado, 12 de diciembre de 2009

Grupo Iruña-CB Clavijo (75-80). Victoria con personalidad


Las comparaciones al principio, siempre son inevitables. Al final conseguí escaparme del curro, a tiempo de coger el coche y salir pitando para Pamplona. Tras mucho tiempo buscando aparcar, al fin llego al pabellón Anaitasuna. 10 euros la entrada y adelante.
Nada más cruzar la puerta, me doy de bruces con un stand de venta de efectos tipo bocinas y pitos. Todo un detalle, tan económico como efectivo (algunos deberían tomar nota). Acaba de arrancar el segundo cuarto, con igualdad absoluta en el marcador. Me acerco al banquillo visitante, con la duda de si seré el único intruso allí, y es una canasta del Clavijo la que me da la agradable pista de que, al final, somos unos cuantos.
Antes de ir a lo que ocurre en la cancha, es inevitable lo de 'adaptarse' a un clima que no es familiar. Ya conocía el Anaitasuna, pero en su faceta de conciertos de mi época de estudiante, nada de deporte libre de humo y alcohol. Es un pabellón pequeñito y vetusto, muy usado, algo mayor que Lobete. La afición navarra es menos numerosa que la riojana, pero aquello tiene trazos de bombonera. La diferencia es sutil: con apenas 100 aficionados más, ese pabellón cogerá trazos de bombonera, de hervidero. El Clavijo necesitará ganarse como 700 nuevos adeptos para lograr un efecto parecido. Ahí están las bocinas y el ruido, mucho ruido. Un gran ambiente para el basket, un partido por cierto, muy emocionante.

Mi impresión es que el Clavijo visitante no es el mismo que el Clavijo local. No saca adelante los partidos con la facilidad que muestra en El Palacio. Lógico. El Grupo Iruña Navarra tampoco es ni de lejos el conjunto frío y deslabazado que salió apalizado de Logroño hace tres meses. Con el calor de su gente se torna en un bloque intenso y consistente, muy aguerrido y con todos los jugadores enchufados. Para cuando me entero, el Clavijo ha perdido una aceptable renta de 21-27, que los navarros, poco a poco, han convertido en el 34-29 con el que se llega al descanso. Ese final de segundo cuarto fueron de largo los peores minutos de los riojanos, con Edward Santana muy errático; y Txomín López machacando desde el 6,25.
Como decía, las cosas cambian de color cuando eres el visitante. Empezando por las rotaciones. Si en casa el Clavijo da minutos con alegría a los 11 jugadores, fuera es muy diferente. En este partido, el quinteto base estuvo siempre muy definido: Busciglio, Ott, Holmes, Santana y Sidao, rondando los 30 minutos cada uno; y con Suárez como principal refresco.

Me centré en el partido del todo para cuando arrancó el tercer cuarto. El Clavijo empezó muy bien, con Busciglio soberbio al mando y Sidao reventando la pintura. Empezó el equipo a abrir distancia y llegó un momento que, para mí, podría haber sido clave: con 57-66 y el Grupo Iruña bloqueado en ataque, Carreto tuvo un triple solo, en un contrataque. De haber entrado, quizá habría sido definitivo. Pero no fue así, y en la contra siguiente, el Iruña la enchufó tras muchos minutos en blanco. Txomín López de nuevo empezó a martillear desde el triple y Adams se abrió hueco bajo el aro para empujar un par de balones sueltos. Así hasta el 66-66, a falta de 5 minutos para el final. Incertidumbre visitante y partido nuevo, con la grada muy encendida.

Entonces apareció Holmes. Decíamos en este blog que llevaba unos partidos muy errático y tal vez falto de confianza. En Pamplona ya estaba teniendo mucha presencia en el juego, y además apareció en esos instantes calientes. Enchufó tres suspensiones consecutivas desde 5 metros y eso hundió a los locales, que volvieron a obnubilarse cuando atacaban. El tipo de mi lado, por un lado juraba contra los árbitros (confirmado: son igual de malos en todos los sitios), y por otro no paraba de repetir a su compañero de al lado: "Es buenísimo ese Holmes, buenísimo".
Santana y Sidao hicieron el resto, cerrando la zona al fin, y anotando unos puntos también decisivos. No faltó Ott a la cita, volvía a casa y estuvo desaparecido en ataque, pero cogió dos rebotes claves en ese final y contribuyó con una defensa enorme. El Grupo Iruña echó mucho de menos los tiros libres fallados en los instantes previos.
Así que 75-80 para acabar. Prometía dificultades este partido, y las tuvo todas. Al final, una victoria trascendental porque este Grupo Iruña estará ahí para clasificarse a la fase de ascenso. Personalmente, me quedó encantado de ver a este equipo al fin sacar una victoria con bemoles, en un final apretado. Demostró personalidad y temple en los peores momentos. Ahora se acuesta líder, algo méramente circunstancial. Pesa más, lo dicho, la sensación de que también saben ganar duras batallas. Y eso notando más calor en los 30 aficionados que fuimos para allí que entre los 500 que pasan las frías tardes del Palacio.

La estadística (completa, aquí):

Grupo Iruña 75 (18+16+18+23): Iñaki Sanz (10), Romá Bas (18), Ávila (2), Txomín López (17), Parmer (8)- cinco inicial- Adams (10), Labiano (6), Baquer (4), Lizárraga, Narros (2)

CB Clavijo Cajarioja 80 (16+13+27+24): Busciglio (14), Ott (4), Holmes (22), Santana (14), Sidao (17)- cinco inicial- Suárez (3), Chufi (4), Carreto (2), Molina, Arévalo, Herrero.

Mi crack: Indudablemente, Chavis Holmes. Sus 22 puntos sólo son números, lo importante es que la mayoría los anotó en el momento clave, con el partido en un puño. Enorme desde los 5 metros, y también con algunas penetraciones claves. Ha vuelto, al fin. Tampoco hay que hacer de menos a los interiores, Sidao (cada día más inmenso e imprable), Santana (fajador todo el partido).

Mi sorpresa: al fin vimos a Ricardo Busciglio en un partido competido y con presión, y no defraudó en absoluto. Dirigió con rigor, defendió muy bien y, sorpresa, también anotó cuando hizo falta. Estuvo inmaculado al anotar los tiros libres que cerraban el choque. Excelente su partido.

Mi bluff: Quique Suárez participó poco en ataque y estuvo impreciso. Además, acabó enfrascado con un par de dudosas decisiones arbitrales. Buena actitud como siempre, pero no fue el de otros días.

(foto: elcorreodigital.com)

5 comentarios:

  1. JOE:
    os vi a todos los que estabais, lo que ocurre que yo me posicione en la otra grada, entre la aguerrida aficion navarra, para tomar algunas notas del partido.
    Del partido, pues lo cierto es que el equipo tiene algo diferente al año pasado, o por lo menos eso creo yo. En los finales apretados veo que hay mucha gente que puede decidir y eso siempre es bueno para el entrenador. Ayer partidazo de Holmes, pero sino habria sido Ott, o cualquiera de los 2 Santana (ayer también muy bien). Me dejo buenas impresiones Ricardo Busciglio, pero siempre me quedare con la rabieta de que Sala no tuvo lo que tenia que tener para apostar por Pitu, que para nada me parece inferior a este argentino. De los demás, no hay mucho que contar porque en los partidos de fuera Sala no plantea los partido como en los de casa. En casa, minutos amplios para todos, y fuera, equipo titular y minutos sueltos para los otros seis. Si le va bien, me parece que debe continuar con esta politica, aunque para nada la veo logica, no por nada, sino porque la temporada es muy, muy larga, y hay que tener mucho cuidado con las lesiones, sino queremos lamentar la perdida de algun otro jugador,como nos ocurrio con Medi.

    ResponderEliminar
  2. Pues una pena, porque ya nos podríamos haber conocido, JOE!
    Coincido contigo en lo de que el equipo tiene algo diferente, que para mí es, sin duda, las muchas opciones de ataque disponibles. Esta faceta el año pasado se reducía a Navarro y Mediano, y algo Sidao; porque los dos americanos, como que no.
    Algo que quiero remarcar en mi caso: cada partido que pasa, Sidao es un poquito más determinante que el anterior. Es una barbaridad cómo está creciendo este jugador, pasando del suplente de Chufi cuando llegó, con problemas serios de movilidad y faltas; a la actual bestia imparable y muy inteligente, que por sí sola obliga al rival a cambiar todo su esquema. ¿El mejor center del LEB Plata? tal vez le falte un poco de rapidez aún, pero incluso en eso progresa.
    Sobre los bases, ya sabes que tú y yo discrepamos, jeje. A mí me parece un acierto el fichaje de Busciglio, cada partido más, porque da serenidad al juego y libera de presión a los dos chavales, que por cierto, también siguen creciendo cada partido.
    Tema rotaciones: siempre es complicado, y más teniendo en cuenta que se puede lesionar el que juega 35 minutos, como el que juega 5. Yo también soy de la opinión de que jugadores como Carreto podrían dar 15-20 minutos de mucha calidad. Bendito problema para Sala en todo caso, tener que gestioanr una plantilla tan amplia. En todo caso, ayer en Pamplona vi a cada jugador muy bien adaptado a su rol, jugando a tope tanto si disponía de 32 minutos, como si tenía apenas 8. El nivel global del equipo nunca desentonó, y eso es lo importante para mí.

    Una última cosa: yo acabé sentado, rodeado de aficionados navarros. Juraron todo y más contra los árbitros, pero os puedo decir que oí muchos comentarios de admiración hacia la plantilla del Clavijo de este año. En general, chapeau para la afición navarra, me encantó el ambiente del partido.

    ResponderEliminar
  3. Por cierto, aquí tenéis las crónicas de hoy de los dos periódicos de Navarra, sobre el partido:


    Diario de Navarra: http://www.diariodenavarra.es/20091212/deportes/el-final-atraganta-nuevo.html?not=2009121202165794&idnot=2009121202165794&dia=20091212&seccion=deportes&seccion2=masDeportes&chnl=20

    Diario de Noticias: http://www.noticiasdenavarra.com/2009/12/12/deportes/otros-deportes/el-grupo-iruna-sucumbe-ante-los-elementos

    Sinceramente, los árbitros estuvieron mal como de costumbre, pero creo que no fueron tan decisivos como estas crónicas quieren reflejar.

    ResponderEliminar
  4. El número 33:

    Pues yo como no ví el partido (obligaciones familiares que tiene uno) poco puedo comentar. Viendo las estadísticas sí que me llamó la atención el escaso reparto de minutos ya que no se corresponde con la imagen del equipo que se ve en Logroño, pero ya explicais que fuera el equipo es diferente.
    Me alegro por dos cosas: primero la victoria contra un posible rival en la segunda fase y luego por saber que el equipo cuenta con aficionados que se desplazan fuera y le animan.
    No obstante y hablando de todo un poco en la crónica del Noticias de Navarra se da un aforo de ¿1400? personas. Por lo que dices Quique, eran mucho menos. ¿Cómo se miden los aforos? Porque en Logroño siempre se da 500 personas. Y ya que comentas de Lobete ¿sería conveniente volver a jugar allí? No se exactamente cuál es su aforo actual pero en principio yo creo que sí.

    ResponderEliminar
  5. Te puedo garantizar que 1.400 personas, ni de coña había ahí. Empezando porque dudo seriamente que ese pabellón tenga semejante capacidad. Yo soy muy malo haciendo esos cálculos, pero pongamos que había 600, teniendo en cuenta el tamaño minúsculo del Anaitasuna y que ambos fondos estaban vacíos, las gradas laterales semillenas, pero no del todo. No... imposible 1.400, ni la mitad, de veras.
    Los aforos muchas veces los facilita el propio club local, en base al simple recuento de entradas. Otras, simplemente es a ojo, o mediante una 'recomendación' del club a los periodistas. El Palacio es que realmente yo no creo que haya pasado de los 500-600 este año, salvo un partido que invitaron a los chicos de la cantera y coincidió que vinieron aficionados rivales.
    A mí sí que me gustaría que se estudiara la viabilidad de poner un buen parqué en Lobete, y mandar al equipo de vuelta. Vale que es un pabellón muy pequeño y todo eso, y que El Palacio queda muy profesional, pero aquí debería primar el equipo. Y hoy por hoy, su masa social somos esos 600 tíos, que estamos justos para abarrotar Lobete y convertirlo en un hervidero para el rival. Ya son unos cuantos añitos para darse cuenta de que El Palacio nos viene grande, desgraciadamente, no?

    ResponderEliminar