CB Clavijo-Alaior Menorca (84-74) Líderes... ¿hasta el martes?

Existe un comentario por ahí de algunos entendidos del basket, que viene a decir que para un equipo que quiere ser grande de verdad, es clave que tenga un gran base y un gran pivot. La historia, a todos los niveles, tiene múltiples ejemplos que dan fe a esta teoría, pero también otros muchos que no. No es por tanto algo decisivo (como casi nada en este deporte), pero indudablemente tener un gran base y un gran pivot es sinónimo, al menos, de equipo a tener en consideración.

Por esto, a mí este año si un equipo me está sorprendiendo en lo negativo, es el Alaior Coinga. Tienen ese gran base (Canals) y ese gran pivot (Zagorac), pero además también algunos escuderos de lujo por fuera (Schutte, Justo, Valdivieso), otro interior de categoría superior (Ramsdell) y una rotación muy apreciable. Llama la atención que con semejante arsenal, estén tan hundidos en la clasificación.

Así que me acerqué al Palacio con un especial interes por intentar averiguar qué es lo que no va en un conjunto con tan buen pinta a priori, sacar de la jaula a ese gato que está encerradísimo. Y no faltaba el miedo: mi impresión es que no iba a ser nada fácil el partido.

Y efectivamente, no lo fue. Aunque si le damos la vuelta a la tortilla, prefiero quedarme con la sensación de autoridad y seguridad del Clavijo esta noche, firme durante todo el partido y sin descomponerse por las duras acometidas rivales. El Alaior prometía guerra y la dio, y al gato, al menos yo, no lo saqué de la jaula: por plantilla, individualidades, consistencia y juego, los menorquines parecen superiores a equipos que hemos visto por aquí como Rosalía, Prat, Navarra o Santurtzi; y me atrevería a decir que también a otros como L'Hospitalet y Tarragona.

Sólo mencionaré el detalle que para mí, más influyó en el juego: se ha hablado mucho aquí de la gran y creciente influencia que Sidao tiene sobre los equipos rivales, cómo los condiciona e incomoda hasta el extremo. Pues bien, este efecto tan importante tiene su peligroso inverso: si el equipo rival controla a Sidao y lo anula, entonces es el Clavijo el que se incomoda a sí mismo y condiciona su propio juego.

Esta noche nos pasó con el amigo Sasha Zagorac, con quien personalmente considero un ultraje que esté en esta disminuida LEB Plata, y no con minutos de calidad en LEB Oro, que es el sitio que le corresponde. A Sidao, seamos justos, le hizo un buen traje a medida durante todo el partido, le tuvo defendiendo lejos de la zona, le cosió a triples y lo mandó al banquillo a base de sacarle faltas de esas que sólo se hacen cuando te has quedado sin recurso alguno. De paso, por la inercia, lo borró también en ataque.

Creo que Sala, o quien fuera, tardó demasiado en reaccionar ante un duelo tan desigual. Pero hasta que llegó ese momento, el equipo supo rehacerse al imprevisto y siguió llevando la batuta del partido exprimiendo sus múltiples variantes: primero Ott con su tino habitual, luego Busciglio con sus penetraciones (quién dijo que no anotaba?), y Holmes para acabar. Hubo un conato de arreón casi hacia el descanso (42-33), pero el rival lo sofocó (42-39). A los vestuarios con todo por decidir.

En la segunda parte cambiaron varias cosas. El Clavijo apretó en defensa y asumió que no era el día de Sidao. Apareció entonces un gran Chufi Rodríguez, al que muchos echábamos de menos. Una gozada y un lujo tener un recambio así. El equipo aprovechó el descanso de Zagorac y Canals y de la mano de Holmes y Busciglio marcó una máxima que parecía definitiva (66-53). No fue tal, porque entonces apareció el ex ACB Anderson Schutte con un par de triples y Ramsdell y Canals empezaron a achuchar. Pero llegaba el momento de Ott, un jugador que en ningún otro equipo de la categoría pasaría minutos tan calientes en el banquillo. El final fue plácido, todo lo anterior, no.

La bomba de la noche saltaba en L'Hospitalet, porque el flojísimo equipo local tumbaba al Lobe Huesca, que ya empalma 3 derrotas en los últimos 5 partidos, nada menos. El Clavijo se coloca líder del grupo, aunque dará exactamente igual si se pierde el martes en Huesca, porque entonces nos iremos a la fase de ascenso con un 0-2 con ellos. Ese partido sí que es absolutamente clave para el futuro y mi previsión es que el Huesca no será para nada en equipo flojo de los últimos tiempos, pero desde luego, el Clavijo tampoco será la perita en dulce que se encontraron los oscenses en el Palacio. Batalla trepidante la que se plantea, y dará igual que sea allí y no aquí. Cada vez somos menos...

La estadística (completa, aquí):

CB Clavijo 84 (29+17+20+18): Busciglio (19), Ott (18), Holmes (19), Santana (9), Sidao (3) -cinco inicial- Suárez (4), Chufi (10), Herrero (2), Molina, Arévalo, Carreto.

Alaior Coinga 74 (23+16+17+18): Canals (4), Justo (2), Valdivieso (11), Ramsdell (10), Zagorac (20) -cinco inicial- López (11), Faner (6), García, Gaynor (2), Schutte (8)

Mi crack: estuvo entre los tres exteriores titulares. Quizá Holmes (18) hizo la parte más espectacular y de tirar del equipo cuando éste más lo necesito. Segundo partidazo consecutivo para él, que está de vuelta. Cuando apretó de nuevo Alaior, ya al final, fue Ott (19)el que lo resolvió con frialdad y triples. Excepcionales los dos.

Mi sorpresa: Busciglio cada día está mejor, honestamente. Además de muy buen director, ayer hizo también de anotador cuando el equipo lo necesitó. Valiente con algunas penetraciones extraordinarias, cuando el equipo lo necesitó. El equipo juega muy tranquilo con él al mando.

Mi bluff: Sidao se llevó la peor parte de la noche, aunque en su caso no es reprochable un mal partido cuando llevas tantos a tan buen nivel. Zagorac le hizo un traje y a eso añadió una inesperada nulidad para meter balones debajo del aro. Otro que preocupa es Suárez, con Busciglio acaparando minutos de base, a Arévalo se le ve bien con el invento de Sala de ponerle de '2', pero eso le quita aún más minutos a Quique. Lleva unas noches más desacertado.

(foto: Menorca.info)