lunes, 9 de mayo de 2011

Sobre los ciclos y los momentos

¿Cuántas veces hemos oído aquello de 'fin de ciclo' o 'cambio de ciclo' en el ámbito del deporte (y otros)? Sin dejar de decir que algunos se pasan con el concepto, la verdad es que los hechos dan la razón al menos a la existencia de los ciclos, y también de los momentos, en esto del deporte.

Este fin de semana ha sido de alta ebullición en el deporte de la canasta, con frentes y 'sucesos' en las competiciones más importantes en el ámbito mundial. Y allí, intrínsecamente, no han faltado los ciclos ni los momentos, los principios y finales de cada uno, y los que tocaban y los que no, de otros.
Vaya por delante que, a ojos de un servidor, ciclos y momentos vienen a ser lo mismo, al menos de fondo, aunque en las formas un 'ciclo' es algo temporal y estructuralmente mucho más amplio que el 'momento'. Sin más interés que el puramente reflexivo, ahí van unos ejemplos puestos sobre la misma realidad de los hechos.

Sin duda el fin de ciclo más sonado, o eso dicen, ha tenido lugar en Los Ángeles, California. Allí todos hablan del dorado y púrpura de los Lakers, por supuesto. En su enésimo asalto al play off por el anillo, pasaron la primera ronda sin demasiada brillantez y se acaban de estrellar sin paliativos en la segunda: el 122-86 que les endosaron ayer los Dallas Mavericks para cerrar la serie por aplastamiento (4-0) habla por sí solo. El fin de ciclo habla de final de una etapa dorada en el equipo de Pau y Kobe, el fin también de la carrera del legendario Phil Jackson en los banquillos, y quizá de un grupo al completo que debe regenerarse.
Para mí, eso de los ciclos a menudo es algo con mucho de dialéctico: un fin de ciclo implica el inicio de otro. ¿Cuál en este caso? todos los dedos señalan a los Miami de LeBron, Wade y Bosh; aunque yo sin embargo aun veo el gigante latino andando con pies de barro: puede que Miami gane el anillo, pero por ahora sólo es 'su' momento, no veré un inicio de ciclo hasta que no rodeen a sus estrellas de una plantilla con criterio.

Y ya que hablamos de la NBA, aún toca aventurar otro par de fines de ciclo más, que han pasado a mi juicio demasiado solapados ante la catástrofe laker: San Antonio y Boston. Por mucho que me duele, no veo a los verdes levantando su serie ante Miami, y ahí se empezará a hablar del fin de ciclo: estrellas demasiado veteranas ya y jóvenes que no acaban de dar el paso adelante; algo parecido ocurre en San Antonio: Duncan, Ginobili y ¿Parker? no parecen dar más de sí, y lo que hay por detrás invita más al optimismo de futuros draft que en pasos adelante en el presente.
Desde luego, no hay nada para evidenciar un fin de ciclo como que te pase por encima un hasta hace poco paria de la liga como Memphis. De momento, parece que es el momento de los Grizzlies, les falta ratificarlo ante otra reciente reconstrucción como la de Oklahoma. Curiosamente aquí hablamos sólo de momentos, porque tanto Zach Randolph como Kevin Durant saben que sus franquicias parecen lejos de coquetear con anillos y cosas así. La cuestión histórica: porque en cambio, sí se habla de inicio de ciclo (y de los buenos) con todas las letras en New York, que tras años de travesía van encontrando, muy lentamente, el rumbo; un inicio de ciclo el de los Knicks, pese a las malas decisiones tomadas este año. A ellos les avala la historia y el mito.

Pasamos a Europa. Todos (digo todos, porque sinceramente sigo sin entender que un culé desee el mal merengue cuando se trata del único representante español en competición europea) teníamos muchas expectativas depositadas en el Real Madrid y su participación en la Final Four. Tras el descalabro ante el Maccabi, decía Pablo Prigioni que "se veía venir, con la plantilla actual, llena de jóvenes". Y es que, y perdón por el ventajismo, no parecía aún el momento del Madrid, y sí en cambio del Maccabi, que lleva muchos más años recomponiendo con calma y criterio un proyecto que sea digno heredero de aquel imparable equipo de los Jasikevicius, Parker y Vujcic.
Por supuesto, Real Madrid y Maccabi pueden estar labrando sendos inicios de ciclo brillante. En el caso merengue, con la fortuna para el aficionado al basket de que su crecida no parece, al menos a corto plazo, que vaya a coincidir con el inicio de un ciclo negativo en Can Barça, que pese al desastre europeo de hace unas semanas, no parece que vaya a aparecer un Laporta a desmantelarlo como ya ocurrió a posteriori de aquella primera Euroliga.
Nada que decir del Panathinaikos. Éstos están en ciclo positivo permanente, o mejor dicho, Obradovic lo está. Con sus altibajos lógicos, siempre aparecen en las fases finales para ganarlas, o simplemente achuchar al ganador. Ahí queda, en el otro lado, su alter ego griego, ese Olympiakos que arma plantillas con más dinero que cabeza, que unos años tienen química y otros sólo rencillas. Otra máxima para mí: el dinero no hace los ciclos, sólo los momentos.

Este último aserto se ve maximizado cuando descendamos aún más, y hablamos de las ligas LEB. Aquí es mucho más complicado hablar de ciclos, cuando hay tanta inestabilidad por la cuestión económica. Para mí este año sí ha sido el momento del Clavijo (también un 'ahora o nunca'), que además es uno de los pocos de LEB Plata con capacidad de hablar de ciclos desarrollados con naturalidad y a lo largo de los años, sin vaivenes monetarios. Aunque luego es mucho aventurar, a poco que se hagan bien las cosas, la evolución lógica hablaría de un primer año en Oro de sufrir pero permanecer, como van haciendo otros como Huesca o Palencia, proyectos desarrollados a lo largo del tiempo y con cierto criterio. En el polo opuesto tenemos casos recientes como Ourense o Vigo y algún otro, catapultados desde los despachos a escalones que no correspondían deportivamente, generando a lo sumo momentos álgidos totalmente artificiales y sin final feliz.
Claro que esto no es una ciencia exacta: ahí tienen Navarra, cinco ascensos en seis años sin celebrar nunca nada en el parqué, y al play off de ascenso en su debut en Oro, ¿Será flor de una temporada, como ha sido el mismo Ourense?
Y volviendo a LEB Plata, me quedo con el caso del histórico River Andorra, que el año pasado inició, en su vuelta al basket profesional, un ciclo con muy buena pinta que parecía haber subido un importante peldaño con el equipazo que montaron esta temporada... en la que sin embargo parece que no es su momento. ¿Quizá es el Tíjola, tras quedarse a las puertas el año pasado, o el de Mallorca, que ha hecho tan buena liga regular?

Evidentemente, todo esto es palabrería, el parqué (bueno, y también los despachos) es el que dictará sentencia, y de quién es el momento.  


(fotos: sport.es, estrelladigital.es, elcorreo.com)


3 comentarios:

  1. El número 33:

    Excelente artículo Quique. Es una suerte que la actualidad de nuestro equipo te permitan hacer estas reflexiones más generalistas sobre el baloncesto.

    En general comparto bastante tu opinión sobre la diferencia que haces entre ciclos y momentos. El primero es el resultado de un plan y de unas acciones desarrolladas para su logro mientras que el segundo es algo más circunstancial y que depende más de factores externos. ¿Es más o menos así tu idea?

    Para mí, lo equipos que triunfan son aquellos que tienen un plan, mejor o peor pero un plan. Y para desarrollar un plan se necesitan varias cosas. Una de ellas es estabilidad en las personas que tienen que desarrollar este plan. Me refiero a directivos, entrenadores y jugadores. Y luego claro que éstos aunen sus fuerzas en la misma dirección. De entre todos los equipos que has mencionado fíjate en aquellos que cumplen esta condición y cuáles no.

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  2. Más o menos por ahí van los tiros, aunque también veo complicado que un club pueda tener su momento si no está inmerso en un buen ciclo. Claro que tampoco es algo fijo, siempre hay excepciones.

    Por supuesto, que sí hacen falta un plan a medio largo plazo y cierta estabilidad. Al Madrid de basquet se le ve que va para arriba pero aún le falta ese punto de estabilidad y paciencia para acabar de hacer cosas importantes. El Barça, desde que llegaron Creus y Xavi Pascual, lo tiene, y aunque este año se le ve con altibajos, no deja de ser campeón de supercopa y copa, y quizá de liga también.
    Me fijo en los equipos mencionados y veo eso. En la NBA equipos como Boston, San Antonio y LAL vienen de muy buenos ciclos, en los que no han faltado el núcleo duro de las estrellas a buen nivel y continuidad en los banquillos; otros como Chicago que no los menciono van hacia arriba y tienes casos como Orlando o Cleveland que han tenido buenos años pero se han ido hacia abajo por culpa de las erráticas decisiones para configurar sus plantillas en los últimos tiempos.

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  3. Para cuando un balance de la temporada, protagonistas...

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